jueves, 5 de noviembre de 2009

Idea

Hoy me he llevado a clase la poesía completa de Idea Vilariño, en época de exámenes nunca está de más leer algo interesante entre tanta química, en fin, que Idea ha sido capaz de que me olvide de lo horrible de las enmiendas y de la fertilización de los suelos. Así que, ahí va...

No hay ninguna esperanza
de que todo se arregle
de que ceda el dolor
y el mundo se organice.
No hay que confiar en que
la vida ordene sus
caóticas instancias
sus ademanes ciegos.
No habrá un final feliz
ni un beso interminable
absorto y entregado
que preludie otros días.
Tampoco habrá una fresca
mañana perfumada
de joven primavera
para empezar alegres.
Más bien todo el dolor
invadirá de nuevo
y no habrá cosa libre
de su mácula dura.
Habrá que continuar
que seguir respirando
que soportar la luz
y maldecir el sueño
que cocinar sin fe
fornicar sin pasión
masticar con desgano
para siempre sin lágrimas.

Idea Vilariño, 1955



Últimamente he estado pensando que la adolescencia es la última época de sinceridad y fidelidad con uno mismo, después todo es renunciar o pagar un alto precio.
No quiero alargarme más, estoy un poco cansada, así que dejo el desarrollo para otro día u otra noche.

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