miércoles, 14 de julio de 2010

Salvajada sangrienta

Los mosquitos
huelen
la marihuana,
se escapan de la fiesta
y entran en mi habitación,
buscan restos nucleares
moratones
chupetones
besos
sexo,
pero en mí
ya no encuentran nada de eso,
se desilusionan
pasan a la edad adulta,
es entonces
cuando se vuelven
sucias y mezquinas
y te chupan la sangre
y te destrozan la piel
y, a veces, revientan
de tanta sangre robada.
Y aquí me quedo yo
fumándome la noche
después de beber y bailar
como poseida
por algún espíritu anciano
que ha encontrado
en este cuerpo de niña
una abducción muy sencilla.

Quemarme los labios.
Entrar por el espejo.
Dar un buen salto.
Apagar los ojos.
Curar la mente.
Todo blanco.
Ahora yo ya no existo.

1 comentario:

  1. Ei! No s'ha de perdre mai la vitalitat!, encara que sigui a través del pessimisme...

    "No tengo dinero ni recursos ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo. Hace un año, hace seis meses, pensaba que era un artista. Ya no lo pienso, lo soy. Todo lo que era literatura se ha desprendido de mí. Ya no hay más libros por escribir, gracias a Dios"; Henry Miller.

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