lunes, 2 de noviembre de 2009

Hidráulica

He vuelto,
he vuelto a ver mujeres
que no usan tu colonia,
he vuelto a soñar con otras
que apenas se parecen a ti.
He vuelto a pensar
el nombre de mi primera hija
ninfa de las fuentes
pequeña vida mía
no te dejaré nunca
y quizá algún día
aparezca tu otra madre,
quizá te sepa explicar lo
mágico de tu nombre,
quizá te diga que fue ella
quién fecundó mi vientre;
y cuando llegue después de tanto girar
yo me esconderé debajo de la cama
para que ni tú
ni tu madre
podáis ver lo austero de mi alma
cómo se derrama mi vida
se expande entre cuatro paredes
y grita como un gato mutilado.
No,
no podré
olvidar tus manos,
me perderé con caudal constante
en una tubería de hormigón armado,
me dormiré
y tú, ángel mío,
no habrás podido explicarme cómo
armar una vida
digna.
Seré una estatua,
una cara bonita para los demás
con mil amantes entre los que elegir,
pero nada tendrá sentido
ni propósito
ni final
ni situación ni lugar
ni color
una vida en escala de grises-
tendré, eso sí,
mucho maquillaje
para tapar tanta palidez.

Alguien ha decidido
quizá esta noche
quizá la anterior
no sé si por pura diversión
o simplemente por joder
que mi corazón merezca ese ataque
de perdigonera.
Es peor que morirse,
estoy agujereada.
Mi cuerpo no sostiene el agua,
la derrama
y la que queda la convierte en vino alucinógeno
entonces te veo en cada esquina
o veo a mujeres
con tus camisetas
o tus pitillos
mujeres que sonorizan las eses
como tú.
Mírame,
acaba con esto basilisco.

A ti no te hace falta nadie,
a mí me faltas tú.

3 comentarios:

  1. Te diré que...

    no entiendo nada de nada de poesía, pero nada, así que básicamente me dejo guiar por si me gusta o no...q profesional!

    Y la verdad es q está muy bien...

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante. Auguro un buen futuro como poetisa. Me gustaría ver otros temas con menor grado de sentimiento.

    ResponderEliminar